Mayo 2023. ¡Estamos ya en la recta final! Hace mucho que soñábamos con revivir esta etapa, os lo conté en el post buscando nuestro segundo embarazo, hace mucho que deseaba tener otra vida creciendo dentro de mi. Todavía me cuesta creer que, al fin, se haya convertido en realidad. Y, si todo va bien, pronto nuestras vidas volverán a cambiar por completo. Este segundo embarazo esperando a “baby two” va llegando a su fin (queda nada, horas/días para tenerte en nuestros brazos*) y, por eso, en este último post embarazada quiero contarte cómo ha sido la segunda mitad de mi segundo embarazo, mis sensaciones y experiencias de las últimas 20 semanas de gestación.
Como ya os había ido contando aquí en el blog, fue justo al terminar “los primeros 1.000 días de vida” de Paula, justo cuando nuestra hija mayor cumplió sus 2 años, que me volví a quedar embarazada. Pero llegar hasta aquí no ha sido un camino nada fácil. Como el primero, éste es un embarazo planificado y muy, muy, deseado. Pero la búsqueda ha sido completamente distinta. Por supuesto, en el momento en el que decides que quieres ir a por un segundo embarazo no siempre sucede de inmediato. Al menos nosotros, no hemos tenido ese don. Y, aunque en un principio nos hubiera gustado que se llevaran menos, ahora creo que unos 2 años y 8 meses será perfecto. Así que todo pasa por alguna razón.
Como ya os conté el pasado fin de año en el post sobre la primera mitad de mi segundo embarazo, empezando por la propia búsqueda, ya me he dado cuenta que hay similitudes, pero también muchas diferencias, entre ambas gestaciones.
Una cosa importante tienen en común: me he encontrado muy bien desde el primer día, pero sí que ha sido un embarazo más cansado (con otra pequeña de 2 años en casa ya estaba “cansada de base”) y que ha pasado a una velocidad mucho más rápida. Tenían razón las bimadres cuando decían que el segundo pasa volando.
Otros aspectos que han marcado esta segunda mitad es que, además de alto riesgo de desarrollar preeclampsia (tensión alta durante el embarazo), aunque nunca se llegó a dar, también me detectaron riesgo de diabetes gestacional, tocó hacerme la curva larga o sobrecarga oral de glucosa, pero, finalmente, nada de nada, ni de preeclampsia ni de diabetes gestacional. Ambos riesgos quedaron en una falsa alarma. Sí que me marcó mucho en esta segunda mitad el ingreso hospitalario y el estado de salud de mi hija mayor durante el pasado invierno, como os contaré más adelante, y un susto que tuvimos con una de las ecografías rutinarias. Os lo cuento después en el apartado de seguimiento.
¡Ah! Y cuando llegamos a término del embarazo (semana 37), para celebrarlo como se merece, hicimos con la familia más cercana nuestro “baby shower”. Recuerda que te conté todo sobre la fiesta en este otro post.
Con todo ello, creo que la segunda mitad del embarazo ha pasado todavía más rápido que la primera mitad. Ya estamos a término, así que ya tenemos listos la bolsa para el hospital y el plan de parto para cuando llegue el momento de tu nacimiento, pequeña.
Precisamente porque cada embarazo es único y especial, tenía claro que de nuevo quería guardar un bonito recuerdo de todo el proceso y desde el principio os he estado mostrando y contando por redes sociales lo más importante de la evolución de la bebé. Y aquí está el resultado de la segunda mitad de este embarazo:
Podéis leer todo lo anterior en primera mitad de mi segundo embarazo.
…CONTINÚO…
En la semana 20 de embarazo, ¡llegamos a la mitad! Un momento emocionante, especialmente por la eco morfológica, en la que vimos que tienes todas las partes del cuerpo perfectamente formadas. ¡Pesas 341g y tu crecimiento es normal! Además, como Dietista-Nutricionista infantil, me parece una etapa fascinante. A través de mi, puedes degustar algunos de los alimentos que como con tus papilas gustativas. Algunos estudios demuestran que preferirás estos sabores después del nacimiento, de modo que estamos estimulando al bebé para que disfrute de comer bien en el futuro.
Desde la semana 19-20, ya te noto mucho más a menudo, aunque empecé en la ¡semana 8!, ahora ya te noto claramente y a diario.
Especialmente ahora, es fundamental seguir con ejercicio físico de forma regular y trabajar el suelo pélvico para prepararnos para el parto. El yoga prenatal y caminar cada día son perfectos. ¡Mi corazón y pulmones como mamá embarazada están trabajando un 50% más!
De igual forma que yo te noto a ti, tú me escuchas a mi. Tus sentidos del oído, el sabor y el tacto se desarrollan diariamente, así que te vuelves más receptivo a oír ruidos que provienen del exterior y mi corazón. Pero sin duda la semana 22 también quedó marcada por el ingreso hospitalario de nuestra hija mayor. Unas semanas muy difíciles para todos en el hospital.
Por cierto, en la semana 23 tuve la ¡primera y única contracción de Braxton Hicks!
En ese momento tenía la sensación como si estuviese viendo una serie y me hubiese saltado algún capítulo. Efectivamente, en mi semana 22 de embarazo ingresamos a la mayor en el hospital y no pudimos recuperar la rutina hasta la 29. Así que en ese momento sentía como si todo ese tiempo no hubiese pasado dentro de mi… ¡pero sí! Una vida seguía creciendo dentro. ¡Veamos!
Ambas crecíamos rápidamente. Tu continuabas ejercitando tus órganos al tragar líquido amniótico. Para mí, el yoga prenatal, la respiración, caminar y la matronatación que empecé justo en la semana 2️4️ me hacían sentir más enérgica.
Además del ingreso hospitalario de la mayor, tuvimos una “racha de malas noticias”, ya que, en una ecografía rutinaria en la semana 24, nos detectaron sospecha de variante de la normalidad en el corazón. Tres semanas después se descartó, pero volvieron a ser días complicados.
¿Sabíais que en este punto su cerebro comienza a generar conexiones y pensamiento consciente? Esto le permitirá almacenar recuerdos de su vida uterina.
A las 25 semanas me realicé la prueba del azúcar (que debe realizarse entre las semanas 24-28). A diferencia del primer embarazo, también salió alterada, así que tuve que hacer la curva larga de 3h, pero finalmente salió bien y el riesgo de diabetes gestacional, como os decía, también se descartó. Muchas “falsas alarmas que después se descartaron” en este segundo embarazo. Empecé también la revisión de mi suelo pélvico y me puse la vacuna de la tos ferina.
Por cierto, también a las 25 semanas decidimos al 100% el nombre: CHLOE.
Y en este punto ¡entramos en el tercer trimestre!
¡La recta final se acerca! Los rasgos faciales están formados por completo. ¡Se nota que el volumen de la barriguita aumenta! Mi placenta comienza a fortalecer el sistema inmune, proporcionándole anticuerpos. Después del nacimiento, los continuarás recibiendo a través de mi lactancia. Leche que hace semanas se está produciendo, lo sé, van saliendo “crostitas” en mi pezón de calostro seco.
A las 30 semanas ya te encuentras completamente formada y pesas 1.500g. Comienzas a acumular grasa y el “vérmix” recubre tu piel.
A las 31 semanas realizamos la primera de varias sesiones de fotos. Y cerca de las 32 semanas, quizá (luego supimos que no, en tu caso no ha sido así) te has colocado en posición definitiva para nacer. 3 de cada 4 bebés se colocan cabeza hacia abajo en esta fase. La placenta ha alcanzado su madurez.
Efectivamente, 3 de cada 4 bebés se colocan cabeza hacia abajo alrededor de las 32 semanas de embarazo (posición cefálica), pero en tu caso no ha sido así. Tú decidiste quedarte de nalgas (nalgas puras) o en posición podálica hasta el último día del embarazo. Y, a pesar de que probamos todas las técnicas habidas y por haber que me explicaron las matronas (masajes, estiramientos, cuatro patas, inversiones, moxibustión, rebozo, posturas de yoga e, incluso, probamos de hacer la versión cefálica externa en el hospital), no hubo manera. Tu estabas muy agustito y nada funcionó. Todo ello significó que tu nacimiento acabase en cesárea programada, pero esto ya os lo contaré cuando lleguemos al post sobre el parto.
En la semana 33 ya pesabas unos 2-2,5kg. De hecho, yo noté un “cambio importante” cuando pasamos de la semana 33 a la 34: me empecé a sentir más “pesada toda yo”, se me empezaron a hinchar pies y piernas e, incluso, ya me apretaban los pantalones premamá. En la semana 34 también me realicé la analítica de sangre del tercer trimestre.
Tu sistema inmune se está fortaleciendo a través de los anticuerpos que te proporciono yo y la piel se está engrosando y tiene menos arrugas. Ya eres muy reactiva a estímulos externos.
En esta recta final, ¡también hay más “trabajo” para mi! He empezado a realizar el masaje perineal diario (si no sabes de qué va, tu matrona te explicará sobre ello). También seguimos poniendo en práctica las técnicas para intentar que te gires de cabeza y hemos dejado lista la bolsa para el hospital y el plan de parto. Nos preparamos las dos para la recta final de este embarazo.
¡También dejé encargada una escultura a escala real de mi barriga, ya os la enseñaré!
A las 37 semanas de embarazo ya dejas de ser prematuro/a y se considera un embarazo a término. Tienes cada vez menos espacio para moverte. El rostro está regordete, el cuello se ha engrosado y los párpados pueden abrirse y cerrarse con facilidad. ¡Estás preparándote para ver el mundo exterior! Aprovechamos la llegada a término para celebrar tu “baby shower” con toda la familia. ¡Incluso ese fin de semana nos fuimos de boda!
Nuestra FPP era el 8 de mayo. Pero ¡no llegamos a las 40 semanas de embarazo! Así que terminamos el seguimiento así, ya estando tú en mis brazos al otro lado de la piel…
Recordad que las 40 semanas de embarazo son la “fecha improbable” de parto, tan solo una fecha estimada. No muchos bebés llegan el día previsto. Eso sí, durante los últimos 9 meses, te desarrollaste a partir de una célula hasta convertirte en un pequeño ser humano conformado por más de 200 millones de células, que pesa más de 6 mil millones de veces más. A lo largo de este alucinante proceso, la placenta te ha proporcionado los nutrientes y anticuerpos que necesitas para favorecer tu sistema inmune. Continuaremos aportando nutrientes de buena calidad a través de la lactancia materna. ¡Pero por ahora llegamos al destino de este precioso viaje juntas!
Paralelamente, también he querido realizar un segundo seguimiento fotográfico, esta vez junto a Paula, para recordar lo rápido que el embarazo pasará a la vez que ella va creciendo a una velocidad de vértigo. Os dejo con los mensajes que sobre este segundo seguimiento he ido compartiendo en redes sociales durante esta segunda mitad:
BabyOne y el embarazo de BabyTwo:
La primera parte la podéis releer en la primera mitad de gestación… Continúo con la segunda.
Mamá sabe que, pronto, ya no serás la más pequeña de la casa. Y sabe que esa etapa se acaba. Que empezará otra etapa hermosa en la que serás la hermana mayor. Otra etapa en la que podremos seguir sintiendo complicidad e intimidad, pero en la que ya no tendremos tantos momentos de exclusividad, que han sido tan únicos y especiales para las dos estos años. Las primeras veces también para mí como madre. Y todos los momentos y recuerdos vividos quedarán para siempre, también mi sabor agridulce de las semanas de tu ingreso hospitalario.
Tú, Paula, a tu manera también sabes que algo cambiará para siempre entre nosotras. Ya no serás el único centro de nuestro universo. Ya no serás lo único más importante para papá y mamá. Y ya no tendrás toda nuestra atención plena en exclusiva.
Pero ambas también sabemos otras cosas. Que fue increíblemente bonito y especial mientras duró esa exclusividad. Hemos llegado a sentir todo el amor en nuestro corazón. Y sabemos que durante los últimos años hemos construido algo especial que será eterno. Y que nuestra unión durará para siempre. Porque esta forma de amor sella una unión que queda para siempre en nuestro corazón. Ambas sabemos que también significa que el regalo más grande que te podemos hacer está en camino, una hermana, aunque tú a tus 2 años y medio no entiendas aún el significado real que hay detrás de esta palabra.
¡9 meses! Mientras estoy escribiendo esto, estamos a las 36+4 semanas de este segundo embarazo y me parece increíble pensar que en solo 3 días nos plantemos juntas a las 37 y, por lo tanto, ¡lleguemos a término!¡Este segundo embarazo ha pasado volando, os lo prometo! A pesar de que le he puesto mucha consciencia desde el inicio, a pesar de haber hablado de esta gestación desde hace tantos meses atrás… ya han pasado casi 9 meses.
Estamos a punto de dejar atrás esta exclusividad que Paula ha tenido durante 2 años y 8 meses. Pronto ya no será la más pequeña de la casa y empezaremos una nueva etapa juntas. Sabemos que esto significa que el regalo más grande que te podemos hacer está en camino, pero también que será un reto para toda la familia aprender a ser cuatro. Sé que las piezas del puzzle irán encajando poco a poco, que a su debido tiempo todo irá cuadrando y que todo llegará. ¡Ahora toca disfrutar el momento y exprimir al máximo estos últimos días/semanas con Chloe dentro de mi! Quiero exprimir al máximo el tiempo que le queda a Paula de hija única, achucharla, besarla y decirle que la quiero más que nunca, y a la vez quiero vivir a tope esta recta final de este segundo embarazo por si fuera el último.
Paula, te siento muy cerca, te tengo muy cerca y te necesito muy cerca de nosotras dos. Te quiero infinito, espero poder demostrarte ahora y siempre que estaré junto a ti, a tu lado y al de tu hermana, y deseo que entre vosotras conozcáis también el verdadero significado de la palabra AMOR. ¡Cuánto nos queda por recorrer y aprender juntas! Os quiero, os queremos, desde lo más profundo del corazón.
Hace unos meses os preparé una lista con mis básicos para la primera mitad de mi segundo embarazo: yoga prenatal, pelota de pilates y ropa premamá.
También hace un par de años y como mamá primeriza en su momento, os preparé una lista con mis básicos para la segunda mitad. La suscribo totalmente, en ella os hablé de: llamador de ángeles, ejercicios de kegel para el suelo pélvico y masaje perineal, natación, clases de preparación al parto o curso preparto y, como no, una preciosa sesión de fotos del embarazo de recuerdo. ¡Creo que he hecho lo mismo esta segunda vez!
Si me seguís por Instagram, veréis que allí he ido compartiendo muchas de las fotos de las diferentes sesiones de embarazo que hemos hecho, os dejo aquí con un pequeño resumen ¡y con ello termino mis imprescindibles para el embarazo!
Por cierto, estoy muy feliz porque uno de los planes a los que tuve que renunciar hace un par de años por culpa de la situación de pandemia con el primer embarazo fueron las clases de matronatación, ¡esta vez las he disfrutado a tope, desde la semana 24 de embarazo hasta el último día!
Y tú, ¿cuáles han sido o son tus imprescindibles embarazada?
Estando ya en la recta final del embarazo, surgen un sinfín de sensaciones y emociones respecto a todo lo que está por llegar: nervios, alegría, ilusión, felicidad, miedo, optimismo, fuerza, responsabilidad… un montón de sentimientos pasando por mí a la vez.
Para mí, ha sido muy bonito ir compartiendo el día a día de este segundo embarazo, igual que ya hice con el primero, desde que supimos que estaba embarazada hasta el nacimiento de “baby two”, pero está claro que lo más bonito y emocionante de todo empieza ahora, con su llegada al otro lado de la piel.
Otra de las cosas que me está yendo muy bien en esta recta final es escribir. Escribir sobre el final de la etapa de Paula como hija única y de mi paso a bimamá. Para finalizar el post, os dejo con uno de los textos que compartí en Instagram hace unos cuantos días:
Ser bimadre será tan bonito como duro, estoy segura.
Me siento futura bimamá a la práctica, porque en la teoría ya me siento así desde que sentí el deseo gestacional a los 9 meses de Paula.
Siento el peso de mi barriga.
El peso de mi ilusión.
De mi emoción.
Siento también el peso de mis dudas,
de mis miedos,
de mis culpas.
A menudo siento que no llego a todo lo que querría.
Que quiero exprimir al máximo el tiempo que le queda a Paula de hija única.
Y que a la vez quiero vivir a tope este segundo embarazo por si fuera el último.
Quiero recoger cada día a Paula de la escoleta.
Y a la vez hacer yoga para embarazadas,
matronatación y preparación al parto.
Quiero jugar a muñecas y hacer puzzles,
pero mi cuerpo me pide más reposo y calma.
Me preocupa mi mayor.
Cómo se lo tomará.
Si se enfadará.
Si sufrirá.
Si sentirá celos.
Si me echará de menos.
Si la echaré de menos.
Y no tengo duda de que será que sí.
Me preocupa también la bebé de la barriga.
A la que no presto tanta atención.
A la que no hablo tanto.
A la que no dedico tanto tiempo ni pensamientos.
Y también duele,
estar viviéndolo tan diferente.
Pero es que ahora soy una madre distinta.
Este momento es distinto.
Todo es distinto a aquella primera vez.
Y Chloe lo sabe, lo nota.
Sabe que llega a una familia donde ya hay otra pequeña.
La oye y la siente a través de mi piel.
Su voz, su risa, su lloro, sus manos.
Yo estoy trabajando para quererme así.
Como una madre distinta de mi yo de 30 años como madre primeriza.
Como una madre que ha crecido.
Que ha aprendido.
Que se ha transformado.
Estoy trabajando para quererme entera.
Cuando llego,
y cuando no llego.
Estoy trabajando para confiar más en mí.
En que aprenderé a acompañarlas,
en que aprenderé a sostener sus emociones, las mías,
y a transitarlas con ellas.
Estoy trabajando para confiar en que en esto,
también lo haré,
TAN BIEN COMO MADREMENTE PUEDA,
SUFICIENTEMENTE BIEN.
Bienvenida a la bimaternidad.
Chloe has tardado en llegar, pero no sabes lo felices que nos hace tu llegada. Tu hermana ha aprendido a decir tu nombre y, aunque todavía no se imagina la que se le viene encima, se contagia de la alegría que desprendemos. Solo puedo que estar agradecida de poder vivir otra vez la experiencia de crear vida, de sentirla, de notarla. De sumar una nueva persona a esta familia.
Llegarás para completarnos, para darnos la oportunidad de volver a vivir un postparto con un poquito más de experiencia. Llegarás para volver a poner nuestro mundo patas arriba y, aunque hay veces que se me caen las lágrimas pensando que no te podré regalar el tiempo y dedicación que sí le regalé a tu hermana en exclusiva, me calma el saber que, a ti, te podré regalar a una madre mucho más tranquila y serena, sin tantos miedos ni dudas como una madre primeriza. Sabiendo que la única voz que tengo que escuchar es la que sale del corazón. ¡Te esperamos, pequeña!
¡Os seguiré contando sobre el nacimiento de Chloe!
¡Gracias siempre por leerme!
* Este post lo publico hoy, 14 de mayo, casi 2 semanas después del nacimiento de “baby two”. No me dio tiempo a publicarlo antes pero ya lo tenía escrito anteriormente al parto, por lo que mantengo el mismo tiempo verbal ¡y pronto os cuento el nacimiento y la llegada de la bebé a nuestras vidas!