
LA ALIMENTACIÓN EN EL PRIMER TRIMESTRE DE EMBARAZO
1 abril 2020
LA ALIMENTACIÓN EN EL SEGUNDO TRIMESTRE DE EMBARAZO
9 mayo 2020¡¿Ya?! ¿Ya estamos a la mitad de estas maravillosas y únicas 40 semanas de mi vida? ¡Pues sí, el tiempo ha pasado volando y ya hemos llegado juntos al ecuador del embarazo! Ya hemos superado las primeras 20 semanas de gestación y, por eso, en este post quiero contarte cómo ha sido la primera mitad de mi primer embarazo, mis sensaciones y experiencias.
Cada embarazo es una etapa que solo pasa una vez en la vida porque, aunque tengas muchos hijos, ¡cada embarazo es único y especial!
Desde el inicio hasta las 20 semanas de embarazo
Tal y como me dijo hace poquito una amiga “el embarazo es una etapa que solo pasa una vez en la vida porque, aunque tengas muchos hijos, ¡cada embarazo es único y especial, una aventura diferente!”. Creo que realmente es así. Si algún día tengo un segundo embarazo (espero que sí), seguro que va a ser diferente al primero, empezando por el hecho de que ya seremos uno más en casa y habrá un hermanito/a mayor con quien compartirlo. Así que, ¡toda la razón!
Y así es cómo lo estoy viviendo:
La verdad, para empezar tengo que decir que no me puedo quejar en absoluto. La primera mitad de mi primer embarazo ha sido muy buena.
Éste es un embarazo planificado y muy, muy, deseado. Como os conté en buscando nuestro primer embarazo (¡el primer post de mi blog!), pasaron unos 3-4 meses hasta que salieron las dos líneas del primer test de embarazo que dio positivo. Cuando repetimos el test en su versión digital y pudimos leer “embarazada, 1-2 semanas”, coincidiendo con el día de nuestro aniversario, ¡supimos que nuestra vida iba a cambiar por completo porque “baby one” ya estaba en camino!
Y, a pesar del susto que tuvimos en la primera ecografía, pasada la incertidumbre agridulce en Navidad que os expliqué en este otro post, todo ha ido como la seda. Realmente, la primera mitad del embarazo pasa muy rápido. Entre descubrir nosotros mismos la gran noticia, pasar las primeras semanas (que muchas veces no son nada tranquilas), hacer las primeras pruebas médicas y darlo a conocer a la familia y amigos más cercanos, como os conté en baby one announcement, te das cuenta de que ¡ya casi ha pasado todo el primer trimestre de embarazo!

En mi caso, la verdad es que me he encontrado muy bien desde el primer día y, por ahora, no he tenido ninguna náusea, ningún vómito y, tampoco ¡ningún antojo!
Luego en marzo llegó el confinamiento en casa por culpa del coronavirus, que aún tenemos a día de hoy, y esto cambió nuestros planes y rutinas, también las relacionadas con el embarazo.
Pero bueno, estamos bien y quedándonos en casa como tenemos que hacer (en casi 2 meses yo solo salí un día a la calle: el día en que teníamos que hacer la ecografía de las 20 semanas, precisamente), así que estoy tranquila, dentro de lo que cabe. Tenemos el deber de agradecer, una vez más, a todos los profesionales sanitarios que están en primera línea y solo nos queda esperar que esta crisis de salud pública de índole mundial se solucione pronto.
Así que, excepto el susto inicial y el actual confinamiento en casa, todo ha ido genial.
El seguimiento con frutas
Precisamente porque cada embarazo es único y especial y porque lo estoy viviendo por primera vez en mi vida, tenía claro que quería guardar un bonito recuerdo de todo el proceso y desde el principio os he estado mostrando y contando por redes sociales lo más importante de la evolución del bebé. Como Dietista-Nutricionista pediátrica, nos pareció muy divertido ir haciendo el seguimiento fotográfico de cómo crecía mi barriga, por dentro y por fuera, con frutas, escogiendo cada 15 días una fruta de tamaño similar a la medida que va teniendo “baby one”. Y aquí está el resultado de lo que llevamos hasta ahora:
- 12 semanas de embarazo (como una fresa): a las 12 semanas, el feto y la placenta están totalmente formados, y a partir de este momento se inicia un proceso de maduración de todos los órganos.
- 14 semanas (como un limón) y 16 semanas de embarazo (como un aguacate) : entre las semanas 13-16, tus órganos van madurando y adquieres cada vez más el aspecto de un bebé. Tu piel se recubre de un pelo suave, llamado lanugo. Empiezas a responder a estímulos y cada vez tienes los movimientos más coordinados. A partir del segundo trimestre de embarazo, estás creciendo a gran velocidad.
- 18 semanas de embarazo (como un pomelo): tus riñones ya funcionan bien. Así que empiezas el ciclo de tragar y orinar líquido amniótico, que te permite empezar a practicar la digestión para cuando estés fuera de mi. A las 18 semanas, ¡se pueden empezar a notar los movimientos del bebé! Yo té noté moverte dentro de mi, por primera vez, estando en la semana 19. ¡Fue mágico! Parecían ondas leves, semejantes a burbujitas o al aleteo de una mariposa. Esta sensación tan bonita lo hace todo más real, sé que estás conmigo y que vas a estar bien.
- 20 semanas de embarazo (como un mango): en la semana 20 de embarazo, ¡llegamos a la mitad de la gestación! Un momento muy emocionante, especialmente porque ahora nos toca hacernos la ecografía morfológica, en la que hemos visto que está todo bien y que ya tienes todas las partes del cuerpo perfectamente formadas. Además, como Dietista-Nutricionista infantil, me parece una etapa fascinante. ¿Sabías que, a través de mi, ya puedes degustar algunos de los alimentos que como con tus papilas gustativas? Algunos estudios demuestran que preferirás estos sabores después del nacimiento, de modo que, al comer de forma saludable ahora, estamos estimulando al bebé para que disfrute de comer bien en el futuro. Ahora ya comienzo a sentir claramente tus movimientos. Los primeros días era de vez en cuando, ¡ahora ya te noto a diario y varias veces durante el día!
El líquido amniótico cambia de sabor en función de lo que come la madre durante el embarazo
Y, ¡de momento hasta aquí! El resto de frutas ya vendrán en la segunda mitad de gestación…
Mis “imprescindibles” para la primera mitad de embarazo
Soy mamá primeriza, y totalmente nueva en esto, pero no quería dejar pasar la oportunidad de compartir las cosas que a mí me han ido mejor durante estas primeras 20 semanas. Ahí van mis básicos para la primera mitad de embarazo:
- Yoga para embarazadas. Hace dos o tres años que practico yoga un par de veces por semana y, desde hace tiempo, se ha convertido en un básico de mi rutina, tanto por lo que me aporta a nivel de ejercicio físico como para controlar mejor la respiración consciente, la ansiedad y la relajación. Así que, enseguida que el médico me confirmó que podía empezar de nuevo con la actividad física, cambié el yoga que estaba haciendo por un yoga más suave y específico para embarazadas, ¡que me encanta! Lo practico cada semana desde la semana 12 de embarazo y, además de las ventajas que ya conocía de antes sobre esta práctica, el yoga para embarazadas es ¡genial para conectar más con el bebé!
- Pelota de pilates. La compré estando muy al principio del embarazo (por suerte, antes del confinamiento en casa) y, desde entonces, ¡se ha convertido en una gran aliada para mi día a día!: para sentarme sobre ella y evitar dolores de espalda y de cadera, para aliviar las molestias típicas de la pelvis conforme el bebé va creciendo y, sobre todo, para ir aprendiendo todas sus posibilidades y a moverme con ella para cuando llegue el momento de las contracciones, el parto y el postparto.
- Ropa premamá, por ahora solo un par de pantalones y ropa interior. De momento poco más he necesitado. De ropa especial para embarazadas, por ahora solo me he hecho con un par de pantalones premamá que combinaran bien con todo y algo de ropa interior nueva que necesité ya desde el principio (sobre todo sujetadores, de talla y copa más grande de la habitual). Además de esto, por ahora con las camisetas que tengo más anchas me he ido apañando más que bien y, coincidiendo la recta final del embarazo, con la llegada del buen tiempo de primavera-verano, ¡supongo que con vestidos tendré más que suficiente hasta el final!
¿Qué más? ¡Ah, sí!: el sexo de nuestro primer bebé
“¿Estáis esperando un niño o una niña?”. Es la pregunta que más se repite y no quiero acabar este resumen de la primera mitad de mi primer embarazo sin antes “despejar” la gran pregunta que casi todo el mundo te hace estando embarazada: el sexo de “baby one”.
Ni sabemos ni queremos saber, hasta el parto, el sexo de nuestro primer bebé
Lo cierto es que ni lo sabemos ni queremos saberlo, de momento. Puede parecer un clásico, pero lo único que queremos es que todo vaya bien y que el bebé nazca sano y feliz, el sexo ¡la verdad, nos da igual! Si todo va bien, querremos tener más hijos/as y, por ahora, no tenemos ninguno, así que bienvenido será lo que venga. ¡Creemos que mantenerlo hasta el parto va a ser mucho más emocionante!
Si hubiéramos querido saberlo, lo sabríamos desde la semana 10 de embarazo, cuando me realicé la prueba genética (prueba de ADN fetal libre), una prueba en la que, además de realizar un cribado de posibles enfermedades cromosómicas fetales, que se basa en el análisis de los fragmentos de ADN fetal que se encuentran circulando en la sangre materna (que es su función principal), puedes saber con total certeza el sexo del bebé en camino por el cromosoma XX o XY, mucho antes de lo que puede verse por simple ecografía. Pero no, pedimos que no nos lo pusieran en el informe de la prueba y en cada ecografía lo vamos repitiendo para que el ginecólogo lo tenga en cuenta. ¡Y, de momento, el secreto sigue muy bien guardado!
Nuestros padres quizá quedaron un poco asombrados cuando se lo dijimos (¡con la ilusión que les hacía saberlo!), pero vieron que nuestra decisión era firme y, ahora, creo que hasta les genera más emoción que sea así. No queremos saber el sexo de nuestro bebé, queremos esperar hasta el final del todo: hasta el día del parto. Así que, así es cómo nos encontramos ahora: pensando en un nombre de niño y otro nombre de niña ¡y dejando que sea una sorpresa hasta el final! Mi marido y yo estamos encantados con la idea y la decisión que tomamos y, hasta entonces, el bebé que llevo dentro seguirá siendo nuestro “baby one”.


¡Os seguiré contando por aquí y por Instagram!
¿Y en tu caso, qué es lo que más recuerdas de la primera mitad de tu/s embarazo/s? ¿Qué recomendación o consejo me darías?
¡Gracias por leerme!
5 Comments
Ayyyy te lo recomiento al 1000 por cien! Nosotros lo hicimos así, también sin saber el sexo y fue súper especial. Nuestras razones eran un poco distintas,porque lo hicimos para «autoprotegernos» después de un embarazo que se tuvo que interrumpir por malformación que se detectó justo cuando nos dijeron el sexo. Pero el momento del parto cobra un extra de emoción. Nosotros tampoco revelamos los nombres que teníamos pensados, así que la llamada a los abuelos para decir que nuestra Carme había nacido fue lo más especial del mundo. ¡Una gran decisión!
¡Qué alegría leerte, Clara! ¡Muchísimas gracias por compartir vuestra experiencia! Estoy segura que el día del parto, que ya de por sí te cambia la vida, va a ser aún más mágico. Me alegra un montón de que tengáis a Carme en vuestros brazos y que todo saliera bien esta vez. ¡Un abrazo!
Muchas gracias por compartir este contenido sobre el embarazo. Excelente artículo y muy completa la información, un saludo
Gracias Fernando.
Bonito artículo! 🙂