
GALLETAS DE NAVIDAD SALUDABLES PARA BEBÉS
15 diciembre 2021
FRASES PARA RECORDAR SIEMPRE SOBRE EL DESTETE
20 febrero 2022Después de 16 meses de lactancia maravillosa, hace unas semanas tomé la decisión de llevar a cabo el destete de Paula. Lo conseguimos justo antes de Navidad y en esta nueva entrada al blog os quiero contar sobre nuestro destete y la “festeta” que hicimos para celebrar una etapa de la vida de ambas única y llena de amor, que ya acaba.
No es la primera vez que dedico un post a contaros una celebración muy especial, ya escribí otros sobre nuestro íntimo “baby shower”, su preciosa llegada al mundo en agosto de 2020, su “smash the cake” con sandías y, en general, su primer cumpleaños y todo lo que celebramos.
Estos últimos días han sido muy bonitos, pero difíciles a la vez, el destete forma parte de cualquier lactancia y os diría que para mí ha sido la etapa más difícil de estos meses alimentándola al pecho.

Para mí el destete ha sido la etapa más difícil de estos 16 meses de lactancia
Introducción: he decidido iniciar el destete
Escribir para mí siempre ha sido terapéutico. Y, esta vez, siento la necesidad de hacerlo para poner por escrito el relato de nuestra lactancia, primero, y de nuestro destete, después.
Sabéis (lo he compartido varias veces en Instagram) que llevamos un tiempo largo queriendo buscar un nuevo embarazo, pero mi cuerpo sigue sin ovular. Y siento que aun estoy en la casilla de salida. He intentado el destete parcial nocturno desde hace 5 meses, dejar de extraer, espaciar tomas a las mínimas, pero no es suficiente para mí. Sé que a muchas mujeres les ha ido fenomenal la concepción y el embarazo manteniendo la lactancia, pero no ha sido mi caso o al menos no hasta ahora… También sabía que existía esta posibilidad y que a algunas mujeres no les vuelve la menstruación hasta hacer un destete completo. Intentaré dedicar un post a hablar sobre “fertilidad y lactancia materna” más adelante, ¿os parece? En esta ocasión quiero centrarme en nuestro caso concreto, ni mejor ni peor que otros, el nuestro.
Destetarla ha sido una decisión muy dura y meditada. Está siendo muy difícil y me duele en el alma. Porque me duele mucho (por ella). He intentado no tener que llegar hasta aquí, pero no ha podido ser. Con conocimiento de causa e información en la mano, sé que tomo la mejor decisión. A medio plazo lo veré de otra manera, estoy segura, pero ahora tengo el corazón roto.
Me hubiese encantado conseguir un embarazo aún siendo mamá lactante, seguir dando el pecho mientras otro bebé creciese dentro e, incluso, llegar a una lactancia en tándem. Quizá sea así con otro bebé, pero ahora no ha podido ser.
Lloré muchísimo el día en que tomé la decisión: siempre sentimos que podemos hacer más o que no hemos hecho suficiente. Esa “maldita culpa” que las madres vamos arrastrando durante toda nuestra maternidad. Me hace sentir muy mal cuando pienso que el motivo del destete no tiene nada que ver con ella, sino conmigo.

Como experta en lactancia desde hace años, sé de sobras que el destete forma parte de la lactancia, un proceso que va a aparecer en todas. Eso sí, el nuestro (como muchos otros) llegó antes de lo que me hubiese gustado.
Para transitar todo esto, he creado muchos recuerdos para ambas: fotos, vídeos… pero, sobre todo, estoy escribiendo. Escribir para mí siempre ha sido terapéutico. Estoy escribiendo mucho sobre nosotras dos, sobre lo bonita que ha sido nuestra lactancia y sobre cómo estoy llevando a cabo el destete: a mi manera y con todo el amor del mundo hacia nosotras.
Os lo quiero contar en esta entrada al blog por si mi experiencia ayuda a otras mamis.
Cómo he llevado a cabo el destete total
He decidido iniciar el destete después de 16 meses de lactancia maravillosa.
Las tomas nocturnas las dejamos de hacer 5 meses atrás, cuando Paula tenía unos 9-10 meses, para intentar recuperar la menstruación y así poder iniciar la búsqueda de embarazo. No sirvió. Así que, cuando decidí iniciar el destete completo ya “solo” teníamos las tomas de día.
Paula estaba muy acostumbrada al “pecho a demanda” porque pasamos muchas horas al día juntas. Cuando decidí destetar, lo primero que hice fue acabar poco a poco con el pecho a toda hora y marcar únicamente aquellas tomas que veía que necesitaba. El resultado fueron 3 tomas/día: por la mañana al despertarse, al mediodía al recogerla de la escoleta y por la noche antes de dormir. Ahí vi mucho más claro qué momentos del día tenía que gestionar y decidí quitar tomas una a una.
Decidí quitar una a una las 3 tomas/día que veía que ella aún necesitaba para hacerlo de forma progresiva
Aquí va el proceso completo.
Ese mismo día y sin planificarlo, quité la toma de dormir. Pensé que sería la más difícil, pero simplemente surgió así. Cenamos temprano, la bañamos y, antes de acostarse, en vez de teta, salimos a pasear con el cochecito en pijama y bien abrigadita. Se durmió. Al volver a casa la pasamos a su cama e hicimos lo mismo un par o tres de noches, hasta que ya no pidió pecho para acostarse. A partir de ahí, la cogía en brazos, le cantaba y la paseaba hasta calmarla, mi marido la acababa siempre de dormir. Al quitar la toma de la noche nunca más la pidió.
Nos mantuvimos unos 10 días así, con 2 tomas.
Después quité la toma de la mañana a primera hora para dejar sólo la del mediodía. Las mañanas antes de ir a la escoleta ya pedía más “desayuno”, así que creí que era la siguiente toma que costaría “menos” quitar. Pidió durante unos días, pero la intentamos “distraer” con alimentos que le gustan para desayunar: fruta como plátano, porridge de avena, pan, vaso de leche de vaca, etc.
Hasta aquí fue cómo conseguimos llegar hasta estar sólo con 1 única toma/día: la del mediodía, que decidí quitar en Navidad. Creí que venía bien en Navidad porque llevaríamos unos 20 días más desde la segunda toma quitada y, quizá, con el cambio de rutinas y las vacaciones de la escuela infantil sería más fácil de gestionar para ella y para todos. Y así fue.
Esos días exprimí al 100% esa única toma diaria que nos quedaba por unos días más. Era nuestro momento más especial. Esa única toma al día que aún manteníamos y con la que terminaría nuestra lactancia una vez quitada del todo.
Yo se lo explicaba y sé que Paula me entendía, me miraba a los ojos y a mí se me nublaba la mirada. Esto también formó parte de nuestro proceso de destete, también nos ayudaba (me ayudaba a mí, sobre todo) a transitar por este duelo: aceptar, llorar, comprender, poner palabras a los sentimientos y darme tiempo. Aún así, nuestra toma diaria intentaba que acabase siempre con una sonrisa, para recordar para el futuro estos momentos con amor del bueno, como lo maravillosos que son. Paula lo llevó (en general, siempre hay momentos de todo) bastante mejor de lo que pensaba y, sin duda, bastante mejor que yo. Yo seguía escribiendo mucho para nosotras dos y empecé a organizar cositas para una pequeña fiesta de despedida. Quería celebrar la vida y acabar esa maravillosa etapa como merece, pero, mientras tanto, grababa en mi retina cada segundo que aún teníamos de lactancia.
¿Qué es la “FESTETA” y por qué se hace?
Como todo en la vida, cerrar una etapa y abrir otra requiere tiempo, aceptación y aprendizaje.
Los rituales de destete nos pueden servir tanto para cerrar nuestra etapa de lactancia y tener un recuerdo bonito del final de una etapa (maravillosa) como para ayudar al bebé a llevar a cabo la transición
Esta fue nuestra festeta particular.
La “FESTETA” de Paula: nuestro fin a 500 días de lactancia

Domingo, 19 de diciembre. Hoy hace justo 1 mes decidí iniciar el destete, llevamos 20 días haciendo una única toma al día, la del mediodía después de la siesta. Hemos quedado con nuestra familia más íntima para celebrar el cumpleaños de mi marido (que en unos días cumple años) y aprovecho ese momento para encargar un segundo pastel para la festeta de Paula.
Un pastel precioso en el que todo gira entorno a nuestros meses de lactancia, por dentro, bizcocho de fresa porque Paula siempre será mi “maduixeta” (fresa en catalán). Por fuera, “teta a tutiplén” y algunos detalles que se me ocurrieron y me parecieron preciosos de poner: 16 tetas alrededor de la tarta para nuestros más de 16 meses de lactancia, la foto de nuestra primera toma de pecho la noche de su nacimiento y, por supuesto, velas para soplar juntas por nuestros 500 días de lactancia.
Ya sabéis que soy de las que nos gusta cuidar todos los detalles y la FESTETA de Paula no podía ser para menos.
La toma que hicimos frente al pastel con fotos y vídeos incluidos fue nuestra última toma de lactancia juntas. Han sido 16 meses, unos 500 días de lactancia materna que me llenan de orgullo y satisfacción (en realidad, 500 días los haría el mismo día de Navidad, pero decido que no viene de una semana arriba o abajo y que en Navidad ya habrá suficiente “trajín”). Además, nada más bonito que hacer así nuestra última toma juntas para que sea súper especial.
Ponemos fin a 16 meses, 500 días de lactancia materna que me llenan de orgullo y satisfacción
Cuando Paula se levanta de la siesta después de comer, hacemos así nuestra última toma estando solo juntos los tres, nosotras y mi marido. David fue testigo de la primera y ha sido testigo de la última toma. Siempre ha estado ahí.
Después de ese momento, llega la familia y nos comemos juntos los dos pasteles, éste y el del cumpleaños. Celebramos la vida en familia y con mucho amor.
Muero de amor. No puedo parar de ver en bucle todas estas fotos de la FESTETA de Paula porque me encanta lo felices que estamos las dos y, sobre todo, por lo que representó ese momento en la vida de ambas.
Ella estaba TAN Y TAN FELIZ, que nos quedó un precioso recuerdo para ambas cuando hicimos esa última toma y soplamos “juntas” las velas de nuestro pastel.
¿Y después del destete qué?

Paula me sorprendió una vez más. Al día siguiente, lunes, cuando llegó con papá a casa de la escoleta (la hora a la que hacía su única toma), yo estaba haciendo tortitas. Al día siguiente era el cumple de su padre y quería tenerlas hechas para desayunar al día siguiente. Ella se puso súper feliz al verlas, no paró de reír. Merendó un par de tortitas, muy contenta y sin pedirme teta en ningún momento.
No me pidió ese primer día ni los siguientes, me dejó perpleja. Sea porque el destete ya había ido siendo muy progresivo, sea porque ella lo entendía perfectamente todo. Yo se lo había ido explicando, se lo seguía explicando (“ya no hay teta”) y, aunque daba por hecho que habría días y momentos de todo, Paula me sorprendió una vez más.
Unos 7-10 días después, necesité hacerme una última extracción de leche de mi pecho derecho (unos 50ml), el que más producía y el que a Paula más le gustaba, pero nada más, para mis pechos se notaba que el destete había sido paulatino también.
Aunque existen tantos destetes como lactancias y tándems madre-bebé, de todo corazón, espero que el post de hoy sirva a alguna mami. La verdad es que a mí escribirlo me ha servido para transitar mi duelo.
Si has decidido iniciar pronto el destete de tu bebé, te abrazo fuerte, te animo a que te tomes tu tiempo, lo hagas a tu manera y, por supuesto, nos pidas ayuda a los profesionales de la lactancia para todo lo que necesites (ya lo dije en el post “Lactancia materna: 10 primeros consejos que debes conocer”). Si te sirve, escribir mis emociones y crear muchos recuerdos para el futuro me ha ayudado un montón: sesión de fotos, joya de leche, carta a Paula, vídeos, organizar una fiesta, etc. Y no olvides que, además de prestar atención al bebé en este proceso, también es fundamental prestar atención a la mami y a sus pechos durante el destete.
No olvides prestarte atención, a ti y a tus pechos durante el destete
Si aún no has decidido iniciar el destete o ni siquiera eres mami lactante y simplemente has llegado hasta aquí para leer mi historia, gracias, te lo agradezco. Si es el caso, te aconsejo que sigas disfrutando al máximo de vuestra lactancia.
