
LOS PRIMEROS 1.000 DÍAS DE VIDA
21 septiembre 2022
PANELLETS SALUDABLES PARA BEBÉS ESTA CASTAÑADA
26 octubre 2022Hace 2 años y 8 meses escribí el primer post de este blog, titulado “Buscando nuestro primer embarazo”. Esta página web empezó a nutrirse y a crecer paralelamente a cómo lo hacía mi barriga durante mi primer embarazo. Debido a esa inmensa felicidad, me hizo muchísima ilusión empezar este blog con un post muy, pero que muy, personal. La búsqueda de nuestro primer embarazo*.
Después de 15 meses de sentir (y hacer público) un nuevo deseo gestacional, se ha hecho realidad nuestro mayor sueño: ¡estoy embarazada de nuevo!
Así que también quiero contaros cómo ha sido la búsqueda de este/a segundo/a bebé, muy diferente y mucho más larga que con la primera. Hoy me hace muy feliz, por fin, poder contaros cómo hemos llegado hasta aquí. Las que me seguís en Instagram ya lo habéis ido viendo a lo largo de este año y pico, ya que el verano pasado empecé a hablar públicamente de nuestro nuevo deseo gestacional en este post y abrí el melón de la búsqueda de nuevo embarazo aún siendo (en ese momento) madre lactante. Pero vayamos por partes.
¡Déjame explicarte mucho más sobre fertilidad!
Deseo gestacional

David y yo siempre dijimos que queríamos tener más bebés y los queríamos bastante “seguidos”. Pero, a menudo, éste es un tema muy silenciado, igual que el de no hacer públicos los embarazos hasta pasadas las 12 semanas. Siempre digo que nos convertimos en madres/padres mucho antes de tener a nuestro bebé en brazos, mucho antes de ver ese test de embarazo positivo o escuchar el latido de su corazón. Lo somos en el mismo momento en que lo empezamos a soñar, a hablar cotidianamente de ello como si ya fuera algo real, a imaginarlo… Profesiones como la mía sirven para acompañar a las familias en todo este proceso y a nivel personal lo he vivido ya dos veces también.
En mayo de 2021, cuando nuestra primera hija Paula cumplió 9 meses, sentimos que era el momento de empezar a buscar a nuestro segundo bebé, nos surgió de nuevo el deseo gestacional. Y empecé a hablar públicamente sobre este tema. Habiéndolo hablado con mi marido, creía que era positivo hacerlo para darle más visibilidad. Al menos para darle voz, me decidí a iros hablando sobre ello en los próximos meses conforme lo sentía. No os mentiré, en estos 15 meses ha habido momentos en los que me apetecía hablar de ello y otros en los que no. Como os decía, ha sido una búsqueda más difícil que la primera. Y sé de sobras que no hay que comparar entre bebés, pero es inevitable que las comparaciones ya empiecen en tu cabecita desde el primer momento de la búsqueda.
La búsqueda de un embarazo es un periodo ilusionante y mágico, pero que también puede generar angustia y preocupaciones inesperadas.
En la búsqueda del primer embarazo dejé los anticonceptivos orales y dejamos que todo fluyera hasta que llegara nuestro momento. Me quedé embarazada pasados 3-4 meses.
En la búsqueda de este segundo embarazo todo ha sido muy distinto. El deseo gestacional floreció intensamente, pero, en ese momento, la búsqueda del segundo embarazo no era “real”. Yo tenía amenorrea producida por la lactancia, mi cuerpo no estaba ovulando, así que, por mucha ilusión y ganas que tuviéramos, la búsqueda no era posible. Este camino se me hizo muy largo y difícil, el paso de deseo gestacional a búsqueda real en sí.
De deseo gestacional a regresar la menstruación y empezar a buscar
Tomada la decisión, empecé a tomar el suplemento de ácido fólico y pedí hora con mi ginecóloga. En un post anterior del blog titulado “¿Embarazada? 10 primeros consejos que debes conocer” tenéis explicado la importancia de un embarazo planificado y de dar médicamente hablando estos primeros pasos: suplementación, revisión ginecológica, analítica de sangre completa, etc. La ginecóloga me hizo una ecografía y me dijo que “todo estaba bien, pero se veía muy parado”. La demanda de pecho de Paula día y noche era muy intensa, yo estaba las 24h del día a su lado a sus 9 meses, y mi cuerpo ginecológicamente no se había reactivado.
Ni tenía la intención de hacerlo pronto. Así que allí empezó lo más difícil: el momento de tomar decisiones.
Sabía que destetar por la noche podía ayudarme a tener la regla antes. Lo intentamos, nos costó mucho tiempo conseguir ese destete nocturno. El destete nocturno creo que fue el más difícil, era verano y en cuanto “cedíamos” un día, todos los logros se derrumbaban y nuestro agotamiento, la poca tolerancia a escucharla llorar o que se presentasen situaciones extraordinarias como visitas o irnos a dormir fuera y no querer “agobiar” a nadie con sus gritos, etc., hacía que no fuésemos constantes ni lo suficientemente rígidos con ese método. Seguimos intentándolo, hasta que lloraba tanto que no podíamos aguantar y le ofrecíamos la teta o se dormía de agotamiento. Al final lo conseguimos, la destetamos de noche y le ofrecíamos entonces mi leche materna extraída, pero no logramos nuestro objetivo de que regresara la menstruación.
En ese momento Paula cumplió su primera vuelta al sol, celebramos su primer cumpleaños y seguíamos sin menstruación 3 meses después a pesar del destete nocturno y sin nuestro deseado segundo embarazo.
Ya con el año de vida, en septiembre decidimos empezar a ir unas horas al día a la escoleta. Lo de estar juntos los tres las 24h del día era muy bonito, pero a la vez muy agotador, teníamos que trabajar muchas horas durante la noche porque por el día Paula ya gateaba, no paraba de moverse, y necesitaba que alguno de los dos no le quitara un ojo de encima en ningún momento. También al año decidí dejar la donación y la extracción de leche. Sí, con mucho orgullo y cariño, fui donante de leche materna durante 6 meses (entre los 4 y los 10 meses de vida de Paula). 6 meses en los que conseguí donar más de 5L de mi leche materna para más de una decena de bebés. Una experiencia increíble que me encantaría poder repetir.
En aquel entonces se produjeron muchos cambios en nuestra lactancia: finalizar la donación y la extracción de leche materna + destete nocturno + espaciar tomas (escoleta) porque ya no estábamos juntas las 24h del día. Con todo ello creí que la menstruación tendría que volver pronto, pero tampoco fue así. En las nuevas ecografías se veían cambios, pero no eran suficientes: endometrio más grueso y, sobre todo, muchos folículos ováricos, que quería decir que los ovarios estaban trabajando bien. “Faltaba un último empujón” pero íbamos por el buen camino. Tocaba esperar. También hicimos analítica de sangre completa + hormonal para valorarlo todo. No conseguíamos nuestro objetivo ni con el destete nocturno ni con todo ello a la vez. Ya sólo nos quedaba ir reduciendo y espaciando aún más las tomas. En este punto, me gustaría dar las gracias a mi equipo médico, que escuchó y se tomó en serio nuestro deseo desde el primer momento y me guiaron lo mejor que se podía en todo este camino y seguimiento. Gracias de verdad, en ese momento es un pilar imprescindible tener a alguien que te escuche y te apoye.
Pero llegamos a noviembre. Habían pasado más de 5 meses de nuestro destete nocturno sin resultados, todo lo que había hecho servía, pero no había sido suficiente en mi caso, y allí fue cuando un tiempo después tomé la decisión que más me costó: decidí iniciar el destete total. Decidí iniciar el destete de Paula después de 16 meses de lactancia maravillosa. El 19 de diciembre, poco antes de Navidad, la desteté por completo y celebramos nuestra “festeta”. Sobre el destete y mis aprendizajes tenéis otros artículos del blog que os pueden servir.
¡Mi cuerpo volvió a activarse!
En ese momento, me estaba haciendo test de ovulación cada día a primera hora de la mañana y justo el día de Navidad llegó mi regalo: el 25 de diciembre salió el test con la ansiada carita sonriente, ¡ovulaba y, por lo tanto, mi cuerpo por fin se volvía a activar! Sentí que el esfuerzo y la dura decisión de destetar a Paula al menos había valido la pena. Como mínimo sabía que mi cuerpo estaba bien, que volvía de nuevo a ovular de forma natural y que, ahora sí, todo volvía a estar en orden. Llegó de nuevo la ovulación y, con ella, la menstruación y la búsqueda real de embarazo.
Y, por fin, ¡volvió la menstruación después de 2 años y destete! El día de Reyes de 2022 llegó la menstruación 2 años después de la última en octubre de 2019. A pesar de haber detectado la ovulación en Navidad, no me quedé embarazada, pero ¡casi que me hizo ilusión tener de nuevo la menstruación sabiendo lo que ello significaba!
Fue todo bastante rápido. El 19 de diciembre desteté a Paula, el 6 de enero volvió la menstruación. Tan rápido (lo habitual pueden ser 6-8 semanas) que me hace pensar que mi cuerpo ya se puso en marcha al ir reduciendo tanto las tomas y antes de dejarlas por completo. Por analítica y eco ya sabía que todo estaba bien y que podía ocurrir en cualquier momento. Con lactancia y menstruación no existe “la normalidad” y es un misterio saber cuándo. Pero una cosa está clara: no hay ovulación sin posterior embarazo o menstruación. Y en Navidad ovulé, detecté esa ovulación, aunque no me quedé embarazada. Significó todo un cambio para mí.

Antes me sentía aún en la casilla de salida. Ahora ya me sentía jugando la partida, ¡qué diferencia! Era principios de año y deseábamos con todas nuestras fuerzas que el 2022 nos trajera lo que tanto deseábamos.
Las siguientes menstruaciones ya no me hicieron la misma ilusión que la primera, volvía a ovular cada mes y era consciente de ello, pero no me quedaba embarazada.
Cuando ya estás en ello, y te hace tanta ilusión, es inevitable ir pensando y hacer cálculos. Los primeros test de ovulación y posterior embarazo los vives de una manera, pero cuando llevas unos cuantos negativos la cosa es totalmente distinta. Y afloran muchos sentimientos nuevos y difíciles.
Para mí, llevar en ese momento unas 40 semanas hablando de nuestro nuevo deseo gestacional ya era todo un reto… era la fecha en el que el “bebé hubiese nacido” si esto fuera “querer y tener” enseguida. Pasaban los meses y volvían las menstruaciones. A nivel de fechas, Baby Two ya no nacería en 2022, sino (como mínimo) en 2023, puede parecer algo superficial pero yo lo viví como algo difícil porque tenía mucha ilusión puesta en este año, lo viví como un duelo. Este duelo de la búsqueda está muy invisibilizado, todavía hay mucho estigma y tabú y, como os decía al inicio, según el momento no me apetecía ni hablar del tema o, todo lo contrario, necesitaba darle voz una vez más y poner los sentimientos por escrito.
Volvía y volvía de nuevo la menstruación…
En cada ocasión que esto ocurre “vuelves a empezar con todo, con toda la cascada emocional de lo que deseamos y tampoco no fue”. Desear mucho un embarazo y que éste no llegue es psicológica y emocionalmente difícil. Tu cuerpo te recuerda que no se ha producido tu deseo y con cada regla todo se desmonta: la ilusión, las expectativas… todo. Mis amadas compañeras psicos de Nua Clinic lo explican siempre de maravilla. Os recomiendo su lectura 100% porque no se puede explicar mejor. Así es cómo una se siente.
Mi ginecóloga no me soltaba de la mano y me daba esperanzas en cada cita: tengo menos de 35 años, las analíticas y las pruebas siempre han salido bien y, sobre todo, ya fui mamá de forma natural hace un par de años con la misma pareja. Parecía que todo encajaba, pero yo solo podía pensar en lo que no llegaba. Estaba segurísima de que llegaría más pronto que tarde, no tenía ninguna duda de ello, pero a la vez sé que necesitaba bajar ritmo y conectar más. Necesitaba darme tiempo y ser más permisiva y tolerante conmigo misma, quererme más, cuidarme, confiar.
Por si fuera poco, en la primavera de 2022 nos compramos un nuevo hogar ¡y nos mudamos! Así que no podía exigirme tanto a mí misma…
A mitades de julio volví a la ginecóloga porque, como ya había pasado más de 1 año de la primera analítica de sangre preconcepcional completa, tocaba repetirla y volver a hacer de nuevo la revisión anual. Hice la analítica, de nuevo estaba todo bien y me fui más tranquila de vacaciones de verano.
Y, por fin… ¡en el mes de agosto de 2022 ocurrió!
Y, por fin… ¡en el mes de agosto de 2022 ocurrió!
Luego supimos que el de agosto sería mi último ciclo menstrual. ¡El mes de agosto de 2022 ocurrió todo! Coincidiendo con los 2 años de Paula y toda su celebración, en las fechas exactas. La fecha de la menstruación fue 1-5 agosto, justo en el aniversario de Paula a mitades de mes detecté una nueva ovulación y, esta vez sí, ¡ocurrió! Ocurrió el milagro de la vida después de 15 meses de deseo gestacional, destete y 9 ciclos menstruales. ¡En agosto de 2022 me quedé embarazada de nuevo!
El día 30 (yo aún no lo sabía) volví a la ginecóloga, esta vez para valorar juntas el resultado de la analítica. Le comenté lo que me ocurría ese día: sabía que ya hacía las 2 semanas de la última ovulación y todavía no me ha había vuelto la regla. En realidad, tan solo era 1-2 días de retraso, pero ya me generó una pequeña sospecha.
Una pequeña sospecha con la que tampoco quería hacerme ilusiones. Los meses en los que había llenado el globo de la ilusión, pero después había explotado de realidad, ya eran para mí psicológicamente demasiados. Pero ese pequeño retraso me dejó descolocada, llevaba un control de las fechas muy exhaustivo y sabía que no era normal. Al día siguiente por la mañana decidimos con mi marido hacer un test ¡y salió! ¡El 31 de agosto supimos que estoy de nuevo embarazada y terminamos el mes con la mejor de las noticias! Estaba embarazada de 2-3 semanas, lo que coincidía perfectamente con mis fechas y mis cálculos. Por cierto, ¿sabías que el 31 de agosto es el “Día de la embarazada y la obstetricia”? Lo descubrí después, pero menuda fecha más bonita para conocer la noticia.
Mi última publicación en Instagram había sido sobre “los primeros 1.000 días de vida” y ahora resultaba que al terminar los de Paula ¡iban a empezar los de Baby Two porque justo me quedé embarazada en su segundo cumpleaños! Como son las cosas, ¿verdad? Como es la vida en general, es increíble.
¡No hace falta que os diga que rebosamos felicidad! Tanto tiempo después de empezar a buscarlo, nuestro segundo/a bebé está en camino y le daremos a Paula el mejor de los regalos posibles: convertirse en hermana mayor. A su manera se lo explicamos a ella ese mismo día al despertarse, al resto de la familia decidimos esperar unas semanas más.
Ya tuvimos un susto con la primera ecografía del embarazo de Paula, así que decidimos quedarnos con el inmenso momento de felicidad que vivimos cuando salió nuestro segundo test de embarazo positivo y todo el resto ya irá llegando. Si todo va bien y según las fechas previstas, nuestra FPP: 8 mayo 2023. ¡Se llevarán unos 2 años y 9 meses con Paula!
Hasta aquí mi largo relato de emociones y sentimientos de estos últimos 15 meses, hasta aquí nuestro camino recorrido hasta llegar al segundo embarazo.
Con que mi relato pueda ayudar a alguien valdrá la pena. Quédate por aquí y comparte tu búsqueda, si así lo sientes. Y si no, gracias por leerme hasta el final, gracias por estar aquí. Te abrazo muy fuerte si así lo necesitas, te deseo lo mejor de todo corazón.
* Mi relato personal no pretende ser ejemplo de nada, solo te cuento mis experiencias como futura mamá paralelamente a compartirte mis conocimientos profesionales. Recuerda que, como dicen los ginecólogos, es perfectamente natural tardar hasta 1 año en concebir y, hasta que no han pasado estos 12 meses, normalmente no hacen ninguna prueba a la pareja (aunque, lógicamente, depende de la edad y de las características personales). Creo que es conveniente que lo tengamos presente, pues a veces todo 1 año nos puede llegar a parecer una eternidad y nos puede generar muchas dudas porque muchos tenemos esa pareja de amigos que lo consiguió el primer mes. Además, lo lamento en lo más profundo de mi corazón, pero conozco muchas situaciones de dolor en la búsqueda cuando hay problemas para concebir. Creo que hablarlo ayuda a que seamos más conscientes de que son situaciones que existen a nuestro alrededor, que son reales y que nos pueden ocurrir a cualquiera de nosotros, así que no nos olvidemos de ellos.
Ya desde el primer momento del embarazo e incluso desde su misma búsqueda cuando es un embarazo planificado, la alimentación de la mamá juega un papel fundamental, así que te dejo el recordatorio de un par de artículos sobre los alimentos a evitar y sobre la alimentación en el primer trimestre de gestación por si son de tu interés.
Finalmente, no querría terminar sin antes añadir unas frases que una de vosotras me escribió hace poco tiempo. Me ayudaron.
“¡Os envío un abrazo (virtual) bien grande, de verdad! Espero, deseo y estoy convencida que “pronto” os llegará este test positivo tan esperado y sanarán todas estas pequeñas decepciones y duelos que, como yo, habéis tenido que pasar muchas de vosotras para conseguirlo. ¿Sabéis qué? Dicen que todos los procesos de embarazo y parto (podríamos incluir la parte de la búsqueda gestacional) vienen a nosotras para enseñarnos alguna cosa... de nosotras mismas o de la vida en general”.
Si me ayudaron a mí, estoy segura que pueden ser de utilidad para alguna/s de vosotras.
4 Comments
Me he emocionado mucho leyendo tu historia. Mi marido y yo estamos en el proceso de búsqueda desde hace casi medio año, sin éxito de momento, pero leer que a veces la búsqueda es larga me hace mantener la esperanza (que a veces cuesta y más cuando no paras de tener noticias de amigas que se embarazan “a la primera”). Gracias por mostrar otra realidad. Os deseo lo mejor en estos meses de espera. Mil gracias por compartir vuestra historia. Besitos
Muy buenos días Alba.
Antes que nada, mil gracias a ti por leerme.
Te mando un abrazo fuerte. Precisamente por eso que dices cuento mi caso, para mostrar otras realidades y, como dices, que sirva de hilo de esperanza para otras mamis y parejas que están en camino. Ya eres mami, no lo olvides 🙂 El título de la maternidad empieza mucho antes de tener un bebé en brazos.
Espero que os llegue, y os llegue pronto. Te entiendo perfectamente, hay meses en los que cuesta horrores mantener el optimismo, ¡pero verás que todo llegará!
Un abrazo bien grande.
¡Gracias por tus palabras y os deseo lo mejor!
Enhorabuena!! Con la mayor fueron 5 largos años de búsqueda, un aborto espontáneo al año de comenzar y muchas pastillas y sobres de vitaminas, al final llegó mi pequeña arcoiris. Con 2 años decidimos buscar el siguiente, sin prisa… 10 meses y nada, se empezó a tomar él sus vitaminas y a los 20 días o así empecé yo las mías después de ver a la matrona. Pues resulta que ya estaba embarazada😂😂 una 5 años y el otro 1 mes! (Contando desde que nos pusimos en serio, antes era un «si viene pues bien»). Yo pensaba que se iba a retrasar un poquito más, no quería que mi niña fuera tan pequeña aún pero bueno, no lo llevamos mal del todo. Se llevan 2 años y 7 meses. Mucha suerte y que vaya todo bien 🤞🏻❤️
Mil gracias por compartir vuestro caso Tamara, te lo agradezco de todo corazón. Los/las nuestros/nuestras se llevarán 2 años y 9 meses, muy igual. Gracias!! Es bien bien que la vida nos sorprende día a día… ¡increíble!