
CALOSTRO: ORO LÍQUIDO PARA EL RECIÉN NACIDO
28 noviembre 2020
MI PRIMER LIBRO YA ESTÁ A LA VENTA
22 diciembre 2020”El embarazo dura nueve meses, pero la lactancia puede durar años. Entre ambos espacios de tiempo es factible cultivar unos hábitos saludables, que nos acompañarán de por vida” (Julio Basulto)

Aunque la alimentación que sigue la mujer durante el embarazo es mucho más determinante para el bebé que la que posteriormente siga después del parto, igualmente, la alimentación de la mamá durante la lactancia también es importante. La dieta que debe seguir una mujer lactante no es muy diferente a la que debemos de seguir en cualquier etapa de nuestras vidas, ésta debe ser básicamente equilibrada y saludable. De todas formas, sí es verdad que en este periodo debemos prestar más atención a ciertos nutrientes, como el yodo, y moderar ciertos alimentos. Aún así, ¿crees que, en nuestro entorno, la alimentación que sigue la mayoría de la población es saludable?
Recuerda que en otras entradas del blog te he ido contando con detalle la alimentación en el embarazo trimestre a trimestre. Después de los 9 meses de gestación y del parto, cuando ya tenemos a nuestro precioso bebé recién nacido en brazos, empieza otra etapa emocionante llena de nuevos desafíos: la lactancia.
Como me escribía una de vosotras hace unos pocos días en las redes sociales, “parece que una vez has dado a luz y no tienes tripa, ya puedes ser la que eras, puedes y debes hacer lo que hacías, y no se dan cuenta que ahí es cuando tu bebé más te necesita, que esto no es parir y ahí termina la historia. Ahí empieza la historia”. El contexto era el tema del permiso remunerado de maternidad, pero con la alimentación ocurre algo similar: aquí empieza la educación nutricional familiar. Como Dietista-Nutricionista materno-infantil, y mamá lactante recién estrenada de una bebé de 3 meses, lo más importante que le diría a una mujer lactante sería: come saludablemente, pero hazlo por ti, no por la lactancia, y, además, hazlo porque ahora eres madre y tus hijos/as te observan, por lo que empieza a ser más importante que nunca la disponibilidad de alimentos en el hogar y el poder de dar ejemplo. Sin duda creo que éste debería de ser el mensaje más importante.
Lo más importante que le diría a una mujer lactante sería: come saludablemente, pero hazlo por ti, no por la lactancia, y, además, hazlo porque ahora eres madre y tus hijos/as te observan
Alimentarse bien es fundamental demos el pecho o el biberón

Como te he adelantado, lo más importante es seguir unos hábitos de alimentación saludable, tanto para ti, para recuperarte del embarazo y del parto y tener fuerzas suficientes para afrontar el postparto (del que ya te hablé en otro post), como para transmitir estos hábitos saludables a tu bebé. Aunque todavía lo veas muy pequeñito o pequeñita, ya nos observa y le estamos dando ejemplo desde el inicio de su vida.
Lo ideal es comer de todos los grupos de alimentos saludables; como frutas y hortalizas, cereales integrales, legumbres, proteínas animales, si no eres vegetariana, como huevos, pescados blanco y azul, carnes magras, productos lácteos y, dentro de las grasas, priorizar el aceite de oliva, los frutos secos y otras grasas saludables como el aguacate, las semillas o las aceitunas. También es importante que te plantees si tomas comida rápida o procesada de forma habitual u otros alimentos superfluos de consumo ocasional. Si es así, deberías reducir de forma considerable su consumo y priorizar los alimentos saludables que te he mencionado anteriormente.
Y quizá te estás preguntando, ¿por qué? ¿Por qué conviene que una madre de bebé lactante coma saludablemente? Te diría que por tres motivos básicamente:
- Principalmente, por su salud. Además, le ayudará a recuperar lentamente el peso previo al embarazo y a mantenerlo estable.
- Influirá sobre la alimentación de sus hijos (amamantados al pecho, o no).
- Preparará el cuerpo para el siguiente embarazo, si así lo desea.
Dicho esto, las bases de una alimentación saludable van a servir para todas las mamás.
Hablaré también de la lactancia artificial en próximas entradas del blog, pero por ahora voy a centrarme en la alimentación de la madre lactante; aunque, insisto, una alimentación saludable y equilibrada es importante para todas.
La alimentación durante la lactancia materna
Tal y como te decía al inicio, sí que es verdad que en este periodo debemos prestar más atención a ciertos nutrientes. Los aspectos y nutrientes más importantes para la lactancia son:
- Energía
Quizá has escuchado decir que las necesidades nutricionales durante la lactancia aumentan, y se recomienda una ingesta calórica mayor, similar a la del tercer trimestre del embarazo, aumentando unas 500Kcal/día. Pero no es exactamente así.
Parece que un metabolismo más eficiente permite producir la leche materna con solo un pequeño aumento del gasto calórico. Se aprovechan mejor los nutrientes y se usan las reservas maternas (grasa acumulada durante el embarazo). Por eso, algunas mujeres comen más cuando amamantan, pero otras no, y algunas incluso comen menos, sin dañar a la madre o al bebé ni al suministro de leche. De nuevo: lo principal es seguir una alimentación sana y equilibrada, y comer según tu apetito en función del hambre.
- Yodo
El yodo es esencial para que se siga desarrollando bien el cerebro del bebé y para el correcto funcionamiento de la tiroides de la mamá.
Por eso, en la práctica, aconsejamos suplementar a la mayoría de las madres lactantes. El Ministerio de Sanidad de España recomienda dosis de 200 microgramos de yoduro potásico al día en todas las mujeres lactantes que tomen menos de 2g de sal yodada y menos de 3 raciones de lácteos al día (los ecológicos no contienen yodo). En otros países es obligatorio que la sal de los alimentos procesados esté enriquecida con yodo, por lo que en algunos no se recomienda este consumo extra. Se sabe que los niveles de yodo en la leche materna de las gestantes suplementadas con yoduro potásico durante el embarazo son superiores en comparación con los niveles de yodo en la leche de las embarazadas no suplementadas, así que se suele pautar como suplemento tanto en embarazo como en lactancia.
- Beta-carotenos
Es una vitamina requerida para la visión, las mucosas y el mantenimiento de estructuras epiteliales. En este periodo, es aconsejable una buena dosis para una adecuada regeneración de los tejidos, en especial de la piel y las mucosas. Su ingesta y su concentración en sangre durante el embarazo influye en la composición posterior de la leche materna.
Los beta-carotenos son precursores de la vitamina A, están presentes en frutas y verduras de colores naranjas, rojos y amarillos intensos, en alimentos como calabaza o zanahoria. Se puede mejorar la disponibilidad del alimento cocinado, por ejemplo, con las verduras cocidas.
- Vitamina B12
La vitamina B12 es una vitamina hidrosoluble que forma parte de las vitaminas del grupo B, pero que solo se encuentra en los alimentos de origen animal, como huevo, carne, pescado, marisco y lácteos.
Es una vitamina muy importante, necesaria para el desarrollo temprano del sistema nervioso central del bebé. Por eso, si la mamá sigue una dieta vegetariana o vegana requiere de suplementación de vitamina B12, sí o sí, para no producir leche deficiente en esta vitamina. Para las mujeres vegetarianas, esta suplementación con vitamina B12 es necesaria siempre, estén o no embarazadas, sean o no lactantes.
Para el resto de mamis, la ingesta habitual y sus reservas hepáticas de B12, en general son suficientes.

- Vitamina D
Lo sorprendente de esta vitamina liposoluble es que la podemos almacenar consiguiéndola de los alimentos y, también, podemos sintetizarla en parte a través del sol. Nuestra piel puede producir vitamina D simplemente exponiéndonos a los rayos ultravioletas, con una exposición controlada al sol de unos 10-15 minutos al día, evitando las horas centrales, sin factor de protección solar, sobre todo en antebrazos y pómulos de la cara. Además, podemos almacenar esta vitamina durante meses en nuestro organismo después de haber estado expuestos a los rayos del sol durante un largo periodo de tiempo, como es el verano.
A pesar de ello, sabemos que los niveles de vitamina D pueden ser inadecuados en la leche materna, especialmente en climas con poco sol y para individuos de piel oscura. Existen evidencias contradictorias y no concluyentes entre vitamina D en la lactancia y salud de la madre.
De todas formas, no debemos olvidar la importancia de incorporarla en nuestro organismo a través de los alimentos. La mayor cantidad de vitamina D la encontramos consumiendo huevos, lácteos enteros (o bien semidesnatados o desnatados enriquecidos) y, sobre todo, pescado azul. Es importante la valoración individual de cada madre.
Además, hay que recordar que El Comité de Lactancia Materna de la AEP aconseja la suplementación de vitamina D para los bebés (400UI/día al menos hasta los 12 meses), tras una valoración individual del bebé.
Con todo ello y en general, te diría que sólo hay dos suplementos que deben valorar tomar las madres lactantes: yodo y, en el caso de ser vegetarianas, vitamina B12. Es habitual que se receten o se aconsejen a las mamás más suplementos nutricionales durante la lactancia, pero a menos que haya deficiencias específicas valoradas por un Dietista-Nutricionista profesional en la materia, no es indispensable. Tampoco son nada recomendables los suplementos multivitamínicos durante la lactancia materna, al igual que no lo eran durante el embarazo.
Relación entre alimentación de la madre lactante y composición de la leche materna
La alimentación de la madre lactante no afecta de manera significativa a la composición de la leche materna
La alimentación de la madre lactante no afecta de manera significativa a la composición de la leche materna. Solo en casos de desnutrición severa se puede ver dificultada la producción y la calidad de la leche.
Más concretamente, las proteínas, la cantidad de lípidos y la lactosa no varían con la dieta materna. Sí que varía la proporción entre ácidos grasos saturados e insaturados, es decir, sí que puede variar la calidad de la grasa que contiene. La recomendación es seleccionar aquellas grasas saludables, reduciendo el consumo de grasas saturadas y de las denominados grasas trans. Las grasas que se recomienda tomar se pueden encontrar en alimentos como el aceite de oliva, el pescado azul o los frutos secos, mientras que las grasas que se debería limitar su consumo se encuentran en alimentos como la comida rápida, los precocinados o los productos de bollería.
La concentración de algunas vitaminas también varía con la ingesta materna como te acabo de explicar en el punto anterior, pero la leche materna será adecuada siempre que la propia madre no sufra un déficit importante.
No hay dietas específicas ni tampoco alimentos milagrosos
Circula entre la población el mito de que, durante la lactancia, la madre debe evitar comer ciertos alimentos (alcachofa, ajo, cebolla, espárragos...) porque podrían cambiar el sabor de la leche. Es cierto que cambia su sabor, pero precisamente este cambio es algo positivo para el bebé.
Los cambios en el sabor de la leche según los alimentos ingeridos por la madre, favorecerán que el bebé acepte los nuevos sabores cuando se introduzca la alimentación complementaria (AC). Una vez más, en todo el periodo de gestación y durante la lactancia, la mujer necesita una dieta saludable y equilibrada.
Así es que, durante la lactancia materna, no hay alimentos que aumenten o disminuyan la producción de leche (UNICEF) ni otros que haya que eliminar por su sabor. Al contrario. Todos los alimentos ingeridos dan sabor a la leche materna, por lo que podemos considerarla como una experiencia sensorial única para el bebé. “Que la leche tenga cada día un sabor diferente no es nuevo para el bebé, puesto que en su estancia en el útero durante el embarazo ya había experimentado los cambios de sabor que se producen en el líquido amniótico según la alimentación de la madre” (Alba Padró. Somos la leche. Dudas, consejos y falsos mitos sobre la lactancia. Grijalbo, 2017).
Como resumen entonces, y como indica también ella, compañera en LactApp Clinic, te diría…
“Que la dieta no sea un impedimento para dar el pecho: come sano, pero hazlo por ti, no por la lactancia” (Alba Padró)

En otro post te hablaré sobre los alimentos a moderar durante la lactancia materna, donde te explicaré a qué alimentos debemos estar atentas las mamás lactantes en este periodo de la vida.
¿Qué te ha parecido? ¿Qué mitos has escuchado tu sobre alimentación durante la lactancia?
Por supuesto, pregúntame lo que necesites en los comentarios, estaré encantada de ayudarte y responder a tus dudas. En la consulta también puedo ayudarte a planificar la mejor alimentación para ti en esta etapa, puedes contactar conmigo directamente en el siguiente formulario de contacto.